Hace millones de años, había un jardín, custodiado por el Espíritu Madre de todas las plantas que allí había, en vista de su amor por las plantas y todo lo que allí había decidió expandirlo por el universo. En la Tierra aquel gran Espíritu Madre decidió meterse dentro de todo lo que había proporcionado a la naturaleza pero vió que en las plantas cuándo éstas crecían tenían que salir para que ellas pudieran seguir su crecimiento, entonces el gran Espíritu Madre sale a la vez que el primer brote y cuándo éste se abre, también sale parte del gran Espíritu Madre en forma de gota, el espíritu de ésta y alimento de la planta, y cae a la Tierra, y así eternamente, está en la Tierra, da de alimentar a todo cuánto lo necesita y cuándo crece ella sale para volver y alimentar de nuevo a otras. Cada árbol que florece y cualquier cosa de la naturaleza que sigue su curso se perpetua la vida, y en un gran ciclo infinito no es otra cosa que la Vida Eterna.
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